Vuelve la banda Facón, una leyenda de Azul
Por Sebastián Benedetti | Imágenes: Prensa de Facón
Ubiquemos en primer lugar la línea de tiempo: Facón fue una banda que nació a mediados de los años 90 y publicó su último disco -ya con cambios internos y externos- en 2003. Se podría decir que le tocaron tiempos difíciles, por lo menos en el contexto. Eran días de facón entre los dientes. Esto indica que pasaron más de veinte años del final de un grupo que nació en la ciudad de Azul, en el corazón de la Provincia, y que lanzó un par de prometedores discos que pivoteaban con frescura entre el folklore y el rock, y sin miedo a lo bailable.
Todo arrancó con Peleador, en 1998, un álbum que sintonizó bien con su época, parado desde el interior y con mirada social. Siempre muy descriptivo y con una rotación en el centro provincial que muchos recordarán, con canciones como Peleador, Yo soy ella y Traicionero. El paso siguiente fue Mundo Caparazón, en el año 2000. Cuando la cosa se iba pudriendo económica y socialmente, los muchachos la pegaban del todo. Más allá de dedicarle una canción a la ciudad de Azul y a sus divisiones, el mismo disco traía Maquillando las noticias, que fue cortina de una tira de Polka, algo que en su época era simplemente una bomba en el prime time de la tele. Golazo.
En 2003 lanzaron ¡¡Adentro!!, ya con el nombre Planeta Fakón, por cuestiones internas. Y pum. La curva que podría haber trazado Facón -si somos concretos y a la vez contrafácticos- podría haber sido como la de Estelares. Pero no, al tiempo, el final.
Ahora, después de un 2024 que marcó el regreso a los ensayos y algunas presentaciones en vivo, publicaron nuevo disco. Ave Fénix se puede escuchar en plataformas y mantiene algo inalterable, al tiempo que se aggiorna en algunos aspectos. Lo inmutable parece ser la búsqueda: quienes quieran encontrar a aquel Facón en esta versión 2025, sin duda lo harán. Aquí no hay reformulaciones sobregiradas, o nuevas versiones de antiguas personalidades. Da la sensación que esta gente sigue siendo la misma, en el sentido más virtuoso del asunto. Lo variopinto de los discos anteriores acá se repite: cuando parece que el sendero va para un lado, la canción siguiente pega el volantazo. Y el charango sigue ahí como columna vertebral, casi como marca de agua.
Sí hay cambios: el sonido mejora, la producción se luce. “La producción artística de Ponche Abraham aportó una mirada y un oído muy enriquecedor”. El que habla es Guillermo Turco Chiodi -compositor y cantante de los Facón- y se refiere al proceso que derivó en Ave Fénix: meses de trabajo en los estudios Nakao, de La Plata, con una formación que reza: Turco Chiodi en guitarra y voz principal, Pieri Saldaño en charango y voz, Ricardo Rodríguez en violín, trompeta y voz, Agustín Scillone en bajo, guitarra y coros, Vicente Chiodi en clarinete y saxo, y Bernardo Lupo en batería, bombo y coros.
Chiodi puso en pausa su recorrido solista para darle lugar a la posibilidad postergada de la reunión. “El pedido en cada lugar al que uno llega es por Facón, o al menos `tocá una de Facón`. Eso es recurrente, y hace sentir que la gente sigue teniendo las canciones tan presentes. Y nos empezó a picar el bichito de intentar un regreso. Nos juntamos con Pieri (Saldaño, engranaje clave de la formación original), tocamos algo juntos, y se fue dando. Fuimos sumando nuevos integrantes y venimos muy entusiasmados, porque tiene la impronta del Facón de siempre, tal vez renovada con algunos tiempos, con violín, con vientos, pero que tienen el sello distintivo de las composiciones de siempre, con esa mixtura del rock, pop, folklore, lo latinoamericano y el charango como instrumento central”.
Letras directas, metáforas llanas que siempre apuntaron a lo cotidiano, a lo callejero, a la familia, siguen su camino en este Ave Fénix. Se blusea una copla eléctrica y se le sigue hablando mucho al interior. Eso sigue siendo un hilo conductor de la banda. En ese sentido las dos décadas que nos separan de la etapa madre no parecen haber pasado. A contrapelo del paso del tiempo, a Facón se lo escucha fresco y siendo lo que siempre quiso ser.
“En cuanto a este proceso, fue bastante similar al de siempre”, dice Chiodi. “Soy el encargado de la mayoría de las composiciones, y en este disco hay una combinación de canciones nuevas y otras de hace un par de años, de días de pandemia (como `Qué bien`, que es la que abre) y algunas que habían quedado afuera, pensadas para la anterior etapa. Volvimos a grabar un tema de Tacún Lazarte, un compositor de Azul que nos gusta mucho; de él habíamos grabado en el primer disco `Qué jangada la vida`, y ahora ‘Cuando al barrio llegamos’, que la canta Pieri y le calza muy bien”.
Por los estudios Nakao pasaron varios colegas que aparecen en el disco: Santiago y Valentín Andersen, de El Plan de la Mariposa, en violín y guitarra eléctrica para Un Long Play; Nano Campoliete, de Bersuit Vergarabat, con su acordeón para Barrio la Fe; Pablo Vignali en bombo en la canción Sonrisas Nuevas; Abril Alconada en coros y sintetizadores en Qué Bien. También se destaca Ignacio Montoya Carlotto en el piano para Cuando Veo Mi Cara.
“El Pacho Montoya Carlotto es un hacedor, organiza el festival de Jazz de Olavarría, es muy inquieto”, dice Chiodi acerca del olavarriense, nieto recuperado de Estela de Carlotto. Y cierra poniendo el foco en toda la región: “La movida en el interior es muy importante, nombraría también a Quique Ferrari, un gran musico azuleño, muy valorado por todos nosotros. Un exquisito bajista. También a Rafa Doorish, de Urdampilleta, un cantautor que lleva la música por todos lados, muy interesante”.
Fechas
Facón se presenta el 14 de noviembre en Laprida y el 15 en Mar del Plata.

