Johnny Depp, pasión de multitudes

El legendario Jack Sparrow de “Piratas del Caribe” dio una masterclass en el teatro Coliseo Podestá y una charla abierta en el Palacio Municipal. Además se proyectó su nueva película, “Modigliani, tres días en Montparnasse”, y fue declarado Visitante ilustre. Fue un día pleno de emociones, en el que La Plata renovó sus credenciales de gran polo cultural.

La Plata se detuvo. Desde temprano, la ciudad respiró una mezcla de ansiedad, curiosidad y euforia. Las veredas de la calle 12 se poblaron de banderas, carteles, cosplays del Capitán Jack Sparrow y celulares en alto. Familias, jóvenes y adultos —no solo de La Plata, sino también de distintos puntos del país e incluso del exterior— se reunieron con un mismo deseo: ver de cerca a Johnny Depp, el hombre detrás del mito, el artista que convirtió la excentricidad en arte y la melancolía en ternura.

El miércoles 12 de noviembre quedará grabado en la memoria platense. El actor y director estadounidense llegó a la capital bonaerense para protagonizar una jornada cultural que incluyó una ceremonia en el Palacio Municipal, una masterclass en el Teatro Coliseo Podestá y la proyección especial de su nueva película Modigliani: tres días en Montparnasse.

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El primer capítulo de esta jornada cinematográfica se vivió en el Salón Dorado del Palacio Municipal, donde el intendente Julio Alak lo declaró Visitante Ilustre y le entregó la llave de la ciudad. “La Plata nació de un acto cultural, como un libro de Julio Verne, y hoy lo celebramos con un creador que dejó huella en la historia del cine mundial”, expresó Alak, en un discurso que vinculó la historia fundacional de la ciudad con la potencia transformadora del arte.

Depp apareció con su clásico look bohemio: jeans gastados, bufanda lila, chaleco gris y un sombrero marrón que parecía tener historia propia. Se mostró humilde, casi tímido, y con un español entrecortado que desató ternura entre los presentes: Lo siento, I don’t speak Spanish”, dijo entre risas. El punto más emotivo llegó cuando salió al balcón del Palacio Municipal y saludó a la multitud que lo esperaba en Plaza Moreno. Miles de personas levantaron carteles, banderas y teléfonos para retratar el momento. Depp, conmovido, improvisó unas palabras: “Estoy en shock, pero aprecio mucho su amor y apoyo. Los bendigo a todos, me salvaron la vida”.

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La ovación fue inmediata. Una guitarra callejera comenzó a tocar los acordes de He’s a Pirate. Fue una postal difícil de olvidar: una ciudad entera celebrando a un artista con alma de rock y corazón de cine.

Horas más tarde, en el Teatro Coliseo Podestá Depp ofreció una masterclass junto al actor italiano Riccardo Scamarcio, protagonista de Modigliani, en una charla conducida por Verónica Lozano y Alejo García Pintos. A sala llena, cientos de espectadores —entre ellos estudiantes de cine, actores y seguidores del artista— escucharon atentos cada palabra. “Siempre me sentí más un observador que un actor. Dirigir me permitió contar lo que veía de una forma más completa”, dijo. Durante el diálogo, el artista profundizó sobre su proceso creativo, la figura del pintor Amedeo Modigliani y su búsqueda por retratar “la belleza de los espíritus libres”. “Modì fue un incomprendido, un hombre que creó desde la pasión y el dolor. En él vi reflejada mi propia forma de entender el arte”, sostuvo.

Para quienes no lograron ingresar al teatro, la Municipalidad instaló pantallas gigantes en las inmediaciones del Coliseo. Cientos de personas siguieron la transmisión desde la calle, con mate en mano y abrigo en los hombros. La jornada culminó con la proyección al aire libre de Modigliani: tres días en Montparnasse, en una suerte de pre avant-premiere argentina. La película, dirigida por Depp y protagonizada por Scamarcio, narra los últimos días del célebre pintor italiano en el París de 1916. El silencio del público durante la proyección fue absoluto. Y al terminar, los aplausos duraron varios minutos. Cuando la noche cayó sobre La Plata, las luces del Palacio Municipal siguieron encendidas. Johnny Depp ya se había marchado, pero algo de su paso quedó suspendido en el aire. “La cultura tiene el poder de transformar cualquier rincón del mundo”, había dicho Depp durante su charla. Y por unas horas, La Plata lo comprobó. En tiempos donde la cultura suele quedar relegada, este encuentro volvió a ponerla en el centro, donde pertenece. Porque cuando el arte ocupa las calles, el territorio se convierte en escenario y la gente en protagonista. Y quizás de eso se trate todo: de volver a emocionarse. De recordar que la cultura no es un lujo, sino una forma de estar vivos.